NORMATIVA SOBRE ENERGIAS RENOVABLES EN VIVIENDAS
En el mes de abril del 2019 entró en vigor una nueva normativa del autoconsumo energético que proponía importantes cambios enfocados a mejorar la economía de los consumidores y al medio ambiente para impulsar los sistemas de energía solar en las viviendas. De acuerdo con las autoridades europeas, en las agendas de los próximos se encuentra la transformación de los hábitos de consumo hacia una corriente alternativa más limpia y menos contaminante para el planeta.
Este Real Decreto-Ley inicia un proceso de transición con un paquete de medidas que involucran al usuario como el productor de su propio suministro eléctrico. En este sentido, el documento detalla los tipos de autoconsumo que existen en el mercado y las ventajas de instalar un equipo en el inmueble, esto es, los aspectos más destacables a nivel legal de esta experiencia que facilitan la tramitación de las licencias correspondientes para montar paneles solares en un hogar particular.
En primer lugar, la normativa elimina el controvertido “impuesto al Sol” en todas aquellas instalaciones de autoconsumo que se alimenten de esta fuente de energía renovable. Pese a que este arancel provocaba problemas a los equipos que tuviesen más de 10 kilovatios (kW) contratados, un número superior al que la media y que afectaba a un grupo escaso de población, el objetivo de esta medida quiere atraer y sumar a cuanta más gente.
En cuanto a la potencia eléctrica se refiere, el marco legal restringe el límite de potencia registrado en el generador. Antes no podía rebasar la energía contratada. Ahora, el criterio depende del espacio físico que ocupe, es decir, la superficie del tejado o terraza donde se encuentra instalado el sistema de placas solares.
La consecuencia de la supresión de impuestos facilita, en consecuencia, los trámites para obtener permisos en las instalaciones de autoconsumo sin excedentes y aquellas instalaciones cuya potencia iguale o sea menor a los 15 kW. Estos procesos se resumen en la entrega del Certificado de Eficiencia Energética (CEE) que produce el sistema fotovoltaico en cuestión. Una vez conocido el nivel, se dará conocimiento a la Comunidad Autónoma en la que resida y a la empresas distribuidoras y comercializadoras de energía.
Por lo tanto, ya sea para disponer de una instalación fotovoltaica como para la compraventa de un inmueble, el documento de CEE es de carácter obligatorio para la obtención de permisos.
Por otro lado, el nuevo marco legal establece dos modelos de autoconsumo: por un lado, el autoconsumo sin excedentes, en el que la energía que se produce se destina para el autoconsumo de los que disponen el dispositivo generador; por el otro, el autoconsumo con excedentes, que se define como toda esa energía que se gesta mediante paneles solares pero que no llega a ser consumida en la vivienda, se podrá verter en la red para otra sí pueda abastecerse de ella. Esta acción trae como resultado un descuento en la factura eléctrica por cada energía vertida.
Otra de las medidas más esperadas es la posibilidad de realizar el autoconsumo compartido, una práctica que permite la instalación fotovoltaica en una comunidad de vecinos, de tal manera que varias viviendas se beneficien de la energía bajo una misma estación. Esta medida se establece para facilitar a los bloques de pisos, que concentran a dos de cada españoles, el uso de las energías renovables. No es necesaria la participación de todos los residentes, sino que basta con que un tercio de los propietarios aprueben la idea.
En lo que respecta al sistema de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS) en el hogar, la normativa actual dictamina que los hogares actuales y nuevas, es decir, que se encuentren en proceso de construcción, tienen la obligación de contar con su propio contador de energía. Esta medida afecta a la calefacción central. Sin embargo, el usuario puede conocer de manera directa y exacta su consumo real de energía en su vivienda.
Con estas medidas, las autoridades europeas se han fijado que en el 2020 se reduzcan las emisiones de gases nocivos en un 20 % debido a que esperan que en ese mismo porcentaje crezca la demanda de energías renovables. En España se apuesta por la biomasa o la aerotermia.